Yo conosco a alguien que te necesita ♫ {the}

- Algún día tendrás que hacerlo..- murmura despacio, acariciando las facciones de Sammael ahora que les veia así eran muy similares.

- Ese día estará lejos.. - contesta ido, solo quiere lo mejor para su bebé.

Podría continuar con esa discusión y hacerla eterna, pero eso no ayudaría. Besa la frente de Athan y lo acuesta junto con Sammael, arropandolos a ambos.

- Descansen..- susurra, con esa nota tierna en la voz.

Toma su mano mientras lo acuesta - No digas nada.. - le dice mirandola con ojos vidriosos.

Ve esos ojos vidriosos y siente un pesado nudo en su garganta, acaricia su mejilla con el dorso de sus dedos, asintiendo tenuemente. Ella no diría nada de Sammael, pero ya luego retomarian esa charla.

- Duerme bien, than..- susurra, bajando sus labios hasta dejar un beso calido en su frente una vez más.

Acurruca al niño sobre su pecho, haciendole espacio a ella, cierra los ojos.

Le sonrie ante su gesto, acostandose contra la pared, queriendo ocupar el menor espacio para que ellos estuvieran cómodos. Cierra los ojos, durmiendose minutos luego.

Se queda dormido, suspira tenso, no deja de acaricar la espalda de su pequeño.

Despierta a la mañana siguiente, sintiendo dos manos pequeñas jugar con su rostro. Toma en brazos al pequeño Sammael y lo lleva a donde el baño, para refrescar su cuerpito con un baño fresco. Deja a Athan dormir un poco más.

Al fin tiene la cama para el solo, se desparrama, duerme profundamente.

Se rie, salpicandose con el pequeño. Juegan un largo rato en la bañera, sabe que va perdiendo cuando está completamente empapada como si la hubieran sentado junto al niño. Las risas de ambos resuenan en el baño.

Sonrie dormido, soñando con las risas de su hijo, se remueve.

Sale mojada, con Sammael entre sus brazos, cubierto por una bata de baño azul electrico. Lo cambia rápidamente, para que no enferme otra vez. LLevandolo al pequeñño ring lleno de juguetes.

Bufa y se queja entre sueños, acomodandose del lado de la pared.

Un grupo de niños viene al cuarto, a buscar a Sammael. Lo deja ir solo porque el profesor de equitación estará con ellos, Demian.

Va donde Athan, preocupada al verlo así, acaricia despacio su frente.

- Es mi hijo, no lo llevarás.. - gruñe entre dientres, golpeando la pared con con los puños cerrados.

Se hecha en la cama, y lo abraza contra si misma, para que no golpee la pared y se lastime.

- No lo llevaran, calma..- le pide al oido, acunandolo con gentileza.

Respira con fuerza, abre los ojos y se mira bañado en sudor. Toma las manos que lo abrazan.

Aparta el cabello pegado a su frente, dejando una mano unida a la de él.

- Todavia estas seguro que no necsitas hablar?- pregunta tiernamente, mirandolo preocupada.

La mira y desvia la mirada hacia la habiatación - A donde esta? - pregunta, se refriega el pecho.

- Fue a conocer el caballo de Demian..- le dice con calma, mirandolo, acariciando sus dedos con los suyos.

Asiente sin decir nada, se acurruca en ella como un niño.

Como si de un empata se tratara, ella sufria por él, le dolía la agonía que veía en sus ojos. Lo abraza a ella, acariciando su cabello pacientemente. Su padre decía que a veces solo era cuestión de tiempo, como con Ian.

- Ella se fue de la Academia, no tiene a nadie más.. - susurra con voz ronca, dejandose mimar.

- Yo me quedaré para él, y para ti..- le promete con dulzura, a veces tomaba decisiones importantes algo apresurada, pero ella no sabía ver gente triste o en problemas. Sigue mimandolo, no soportaba que la gente sufriera.

No puede evitar pensar la diferencia entre ellos, él ya es padre y tiene 20, ella es apenas más joven y es virgen, suspira suavemente.